Una posición del
argumento declara la validez de el contenido de la Septuaginta por
varias razones. La autoridad del LXX es valido, porque los libros que
contiene fueron escritos en hebreo y no griego. En los manuscritos del
mar muerto encontraron los libros escritos en hebreo que no forman parte
del texto masorético. La mayoría de las citas del Antiguo Testamento en
el Nuevo Testamento son de la Septuaginta y no del texto masorético.
Los libros del Apócrifo son compuestos después del exilio. La Septuaginta en su traducción al griego tuvo un énfasis de recaudar los judíos helenistas que necesitaban el texto sagrado en lenguaje común para ellos, en especial el Pentateuco. La duda en esta situación es porque son añadidos los apócrifos a el LXX, al cual no se le conoce la respuesta.
En la historia vemos que los judíos no refieren a los textos apócrifos, sino que aveces muestran saber del conocimiento en ellos. Aunque la situación refiriendo a los apócrifos sea muy ambigua incluso en los tiempos de los primeros Cristianos, conocemos que los apóstoles refirieron a la Septuaginta como Escritura. Aunque no refirieron explícitamente a los textos apócrifos es supuesto que implícitamente aludieron a recaudar del apócrifo. Es la suposición que hay suficiente evidencia a mostrar que Jesús, Pablo, Santiago y otros eran familiares con el apócrifo y influenciado positivamente por textos como los de Sabiduría.
Además de Agustín, los primeros teólogos de la Iglesia aparecían tener una positiva consideración por los Apócrifos. Ejemplos como: Clemente que citaba Sabiduría y la epístola de Bernabé, Hipólito que incluye las adiciones de Daniel a su comentario, y Policarpo que cita a Tobit, son relevantes en torno a la ambigüedad de los apócrifos, en medida que los teólogos patrísticos refirieron a estos textos de igual manera que a toda Escritura, y en medida a su influencia en el adoctrinamiento de la Iglesia.
Conocemos que el Apócrifo causo gran consideración en la Iglesia por varios siglos. Aún Jerónimo que descarto los apócrifos como un texto valido de adoctrinamiento, sino unos libros que podían ser de edificación, en su traducción la Vulgata incluyo estos textos.
"Ilustración del texto masorético en hebreo" |
Los libros del Apócrifo son compuestos después del exilio. La Septuaginta en su traducción al griego tuvo un énfasis de recaudar los judíos helenistas que necesitaban el texto sagrado en lenguaje común para ellos, en especial el Pentateuco. La duda en esta situación es porque son añadidos los apócrifos a el LXX, al cual no se le conoce la respuesta.
"Ilustración de los manuscritos del mar muerto." |
En la historia vemos que los judíos no refieren a los textos apócrifos, sino que aveces muestran saber del conocimiento en ellos. Aunque la situación refiriendo a los apócrifos sea muy ambigua incluso en los tiempos de los primeros Cristianos, conocemos que los apóstoles refirieron a la Septuaginta como Escritura. Aunque no refirieron explícitamente a los textos apócrifos es supuesto que implícitamente aludieron a recaudar del apócrifo. Es la suposición que hay suficiente evidencia a mostrar que Jesús, Pablo, Santiago y otros eran familiares con el apócrifo y influenciado positivamente por textos como los de Sabiduría.
Además de Agustín, los primeros teólogos de la Iglesia aparecían tener una positiva consideración por los Apócrifos. Ejemplos como: Clemente que citaba Sabiduría y la epístola de Bernabé, Hipólito que incluye las adiciones de Daniel a su comentario, y Policarpo que cita a Tobit, son relevantes en torno a la ambigüedad de los apócrifos, en medida que los teólogos patrísticos refirieron a estos textos de igual manera que a toda Escritura, y en medida a su influencia en el adoctrinamiento de la Iglesia.
Conocemos que el Apócrifo causo gran consideración en la Iglesia por varios siglos. Aún Jerónimo que descarto los apócrifos como un texto valido de adoctrinamiento, sino unos libros que podían ser de edificación, en su traducción la Vulgata incluyo estos textos.
El rechazo de los textos apócrifos no resulto tan amplio como lo fue en la Reformación, cuando "Sola Scriptura" da un choque entre lo que es Escritura y lo que no lo es, la autoridad de los apócrifos es de nuevo questionada. Lutero tradujo los apócrifos al alemán pero afirmo, al igual que Jerónimo, que no deben usarse como base de adoctrinar o desarrollo de doctrina.
En consiguiente a esta situación, en el año 1546 fue el Concilio de Trento que reafirmo las Escrituras y la posición de los apócrifos, aceptando unos y rechazando otros. Hubieron los que rechazaron en la totalidad los textos apócrifos, y los que aún hoy en día consideran los textos ser obra del hombre. Aún hay Cristianos que promueven una edificación en el uso de estos textos, no solamente en cuestión a la historia de los judíos helenistas, sino como un instrumento de crecimiento espiritual.
En consiguiente a esta situación, en el año 1546 fue el Concilio de Trento que reafirmo las Escrituras y la posición de los apócrifos, aceptando unos y rechazando otros. Hubieron los que rechazaron en la totalidad los textos apócrifos, y los que aún hoy en día consideran los textos ser obra del hombre. Aún hay Cristianos que promueven una edificación en el uso de estos textos, no solamente en cuestión a la historia de los judíos helenistas, sino como un instrumento de crecimiento espiritual.
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